martes, 23 de octubre de 2012

willkommen, bienvenue, welcome!


Willkommen, bienvenue, welcome!


Suele decirse que no hay segundas oportunidades para causar una primera impresión favorable. Por eso, no quiero aburriros con una insulsa entrada-alfa cuyo contenido pueda resumirse en “bienvenidos; seguidme, por fa”. He pensado en algo especial  para hoy, para conmemorar el nacimiento de este blog, mi hijo virtual. La sorpresa no es otra que la celebración de su bautizo: [léase con entonación profética] ¡yo te bautizo con el nombre de “traductérpretes e interpretores”!

 Seguro que ya os habréis percatado de que el nombre que he acuñado ha surgido a través de un ingenioso juego de palabras. El recurso que he empleado ha sido el del blending [¡¡pí, pí!!  ¡Radar de anglicismos en alerta!]… es decir, el de la mixtura o fusión [^^’]. Este tipo de juego de palabras tan maravipendo y fantasticioso lo aprendí un día en el que iba en el metro con Lewis Carroll… pero dejemos esto. No quiero enrollarme con el “cómo” de Traductérpretes e Interpretores, sino en el “qué”. Me explico: este blog es como una moneda. ¿No os ha quedado clara la comparación?, no os preocupéis; lo he hecho a posta. Mejor seguid leyendo ;)

 Cara:

Los Traductores e Intérpretes tenemos rostro, aunque nuestro oficio nos exija invisibilidad. La trasparencia y la neutralidad son unas máximas estupendas y necesarias para nuestro trabajo pero, fuera de nuestros encargos profesionales, pecamos de discretos y, camaleónicos, nos convertimos en los señores de negro que mueven los decorados en el escenario; el público solo puede intuir nuestra presencia. Dejando  de lado las metáforas: nuestro oficio es desconocido o malinterpretado (Uh… humor de gremio :D). No es poco habitual que a un Traductor se le encomienden tareas propias de un Intérprete, y viceversa. Ya que se entrelazan tanto ambos cargos, pensaba yo, deberían inventarse un nuevo apelativo con el que llamarnos. Así es como di con el nombre de este blog.

Traductérpretes e Interpretores, sarcásticamente, le abre los brazos a esa batidora que el mundo exterior nos aplica hasta trocarnos en seres híbridos. Así es: la confusión implica fusión; esta es nuestra gran paradoja. ¿Dónde empieza y dónde acaba la frontera que separa al Traductor del Intérprete? Cada uno, por su parte, tiene su propia cara (mucha cara), pero así los ve el mundo, indistintamente:

 [N.T: Os aclaro que el rojo y el negro simbolizan a dos culturas distintas y que mi elección “cromática” solo ha estado condicionada por la presencia o ausencia de cartulinas de colores en casa (sí, tenía folios blancos, pero entonces el logotipo parecía un azulejo art dèco )].

Este, señoras y señores, pasa a ser el logotipo del presente blog [N.T: hablando de expresiones jurídicas…] y que conste en acta que no he violado la ley de copyright para incluirlo aquí.

¡Pero mirad qué cara tan larga llevo escrita! Ya va tocando que cambie de apartado. Para terminar con este, me dirijo a todo Traductor o Intérprete consagrado que me pueda estar leyendo: modestamente, confieso que por ahora solo os voy a servir de entretenimiento. Este blog está escrito en idioma estudiantés y desde una perspectiva joven e inexperta. Es un blog embrionario, pero irá creciendo a tiempo real, a medida que yo misma vaya evolucionando.

 

Cruz:

Esta otra faz de la moneda está dedicada a vosotros, compañeros estudiantes, pero no cantéis vitoria por esta dedicatoria [N.T: olé; las rimas internas]. Desgraciadamente, os revelo que este es el lado oscuro de mi blog: nos ha tocado Hyde, chicos. Cargamos con la cruz más pesada de todas las cruces: la incertidumbre. Resulta, por cierto, que la incertidumbre es una señora libertina y lasciva. Por eso tiene tantas hijas: preguntas, dudas, interrogantes, cuestiones, incógnitas… entre otras sinónimas. Todas ellas caen sobre nosotros, se amontonan entre los apuntes y nos esperan en la cama cuando vamos a dormir. ¿Escojo Traducción o escojo Interpretación?, ¿me inicio en una lengua D o no?, ¿cómo puedo llegar a hacer prácticas?, ¿llegaré a encontrar trabajo?, ¿daré la talla?, etc.

En este espacio tocaré alguna de esas preguntas comunes que todos nosotros albergamos. Quizá os consuele leer en mis palabras los mismos pensamientos que vosotros podáis tener (asumidlo, tenemos una mente-colmena). Por mi parte, estaré encantada de recibir comentarios, sugerencias o (vaaale) más preguntas. Siempre valoro las opiniones y los puntos de vista. Ya sabéis que las cruces y los calvarios se cargan mejor entre varios que a solas. Así que, volviendo a mis queridos blends, os sugiero la Interprestación: de ayuda, de experiencias y consejos.


Canto:

Sorpresa, sorpresa. Sí; las monedas tienen otra dimensión más. Yo era muy pequeña cuando aprendí que un cara o cruz puede concluir con una tercera opción. Estaba viendo un capítulo de Asterix y Obelix y había un momento en el que un centurión tiraba al aire una moneda y esta caía de canto en la estrecha boca de un jarrón. Con esta sutilísima referencia [N.T: los sarcasmos son como una amante esquiva], he querido introducir el que va a ser mi apartado, el de la Autora de este blog (a ver quién se atreve a traducirme, con lo exigente que soy :P). 

En estos momentos, soy una moneda de canto, de la cual no se puede aventurar hacia qué lado se inclinará: ¿Traducción o Interpretación? Aún no lo sé. De momento, me llamo a mí misma “Traductérprete” o “Interpretora” y me creo muy inteligente por haberme presentado a mí misma en este blog como una Trinidad. La realidad, ya sabéis, es que solo soy una FSP (Fellow Student and Peer). Solo eso y nada más. Only this and nothing more. Con el tiempo, eso sí, llegaremos hasta el CAP (Competent and Admirable Professional)

Pero, entonces, ¿con qué pretensión me he atrevido yo, una simple aspirante sin experiencia, a abrir este espacio?, ¿qué valía puede tener cualquiera de mis mundanas opiniones?, ¿por qué diablos me arriesgo a sufrir el vacío o el escarnio públicos? Pues, principalmente, porque me gusta lo que estudio y quiero compartir mis experiencias con otros exaltados como yo. Por otra parte, estoy siguiendo un consejo que he recibido hace menos de una semana… lo que me lleva al último apartado de esta entrada. 


Da capo:

Id acostumbrándoos a las referencias musicales porque son un rasgo muy característico de mi idiolecto :3  “Da Capo” quiere decir “volver al principio”, o sea, es una forma elegante de justificar una de esas odiosas repeticiones de contenido que tanto demonizamos y que nos dan tantos quebraderos de cabeza a los traductores. En fin, retomo aquí un cabo suelto que dejé en mi very segundo párrafo.

Al principio de esta entrada dije que no quería extenderme en contaros el “cómo” de este blog, pero lo cierto es que estaba reservando la historia para el final. Si echáis un vistazo a la columna de la derecha, veréis que me describo a mí misma como “tecnófoba reformada”. Es una afirmación algo hiperbólica, pero cierta en sus cimientos. Sin embargo, la semana pasada, me dieron el último empujón que necesitaba para superar tal "fobia" e iniciar este proyecto. Quiero aprovechar, pues, para agradecer a los responsables que han iniciado el efecto dominó: a mi profesor de documentación, José Antonio Merlo Vega, y a Merche García Lledó, una MT-FSP (More Than FSP) que, por cierto, escribe un blog fantástico (http://www.traducirco.com/).

Esto es todo por ahora. Ahora sí, os diré que espero que me sigáis.
¡Felices Traduinters a todos! ;D
Elena H.G.

P.D: Voy a defenderme antes de que nadie me acuse; reivindico el uso de emoticonos como complemento del lenguaje ^^.